Teoría de la mujer insostenible. Hoy con K. Popper y nada de Freud.

Que te importa que te ame
Si tú no me quieres ya
El amor que ya ha pasado
No se puede recordar


María Teresa Vera. Y nada de BVSC, mejor el Dieguito el Cigala y el Bebo.

En respuesta al brillante ensayo de Cristian de TEME, millones de sinapsis desorganizadas en mi corteza prefrontal articularon con regiones de asociación y generaron fijaciones que debo plasmar en palabras.
Todas mis relaciones pasadas se terminaron por algo intolerable. Y ese algo es mi enseñanza primaria. Mi mujer se construye con nunca mases. Nada de destellos de brillantes en las heces de una “mula” que las traficó comiéndolas. Todos tenemos algún brillo, pero mi tema son las sombras. Vamos directo a los oscuros lugares que vetan a una mujer.

Egocentrismo más egoísmo. Esa combinación es letal. Siempre creí que R. (el nombre va en iniciales por que es horrible, nada de respeto) pensaba: “no soy el centro, SOY el mundo”.

Si tiene amigos con los que ha tenido sexo. Esa es letal. Recuerdo su fiesta de recibimiento donde Ana solo me presentó a cinco amigos. Y todos se la habían puesto. Díganme cavernícola. Pero simplemente es algo que no puedo soportar.

Asfixiantes abstenerse. No necesita explicación.

Superficialidad. No me importa que no se parezca en nada a mí. Si sus opiniones coinciden o no con las mías. Pero que tenga alguna pasión.

Rebuscadas afuera de la lista.

Si no queres estar conmigo, no estas en mi lista. Está es la que suena peor. Pero es la que más me gusta.