Pertenecer tiene sus privilegios

Esa vieja frase publicitaria me pone de mal humor. Odio tener privilegios por pertenecer. Odio tener desventajas por pertenecer también. Sobre todo odio pertenecer. Quizás por que no creo en el pensamiento inductivista, no creo en las marcas de nuestros antepasados.
No quiero ser Argentino, y tener que hablar de Malvinas, Santiago del Estero o Soldán. No quiero pensar en Blumberg ni en la deuda externa. Perón, Evita, Saenz Peña, Rosas, Borges y se me revuelve el estómago.
Soy Judío y hablar de Israel, los muros, el primer ministro o la colectividad Argentina me da vértigo, cianosis central, enuresis e incontinencia fecal. Hoy en las pascuas, día de liberación, quisiera liberarme de todas mis características.
Soy médico y no quiero hablar de Aborto, ni eutanasia, ni salud y menos de enfermedad. Mañana tengo un examen para conseguir trabajo. Treinta y cinco postulantes para un puesto. Pero es bueno por que pagan un dólar la hora.
Privilegios tienen los que no pertenecen.
Sí, estoy de mal humor.