Ensalada que no pienso ordenar

Hace mucho tiempo creía que un blog me permitiría escribir sin ataduras, hasta poder descargarme, y en este lugar supo existir una sección que se llamaba ?en sesión?. Resulta que las cosas que escribo parecen comida masticada por un rumiante. Es imposible reconocer de que estoy hablando, que hecho me llevó a la escritura de cualquier post melodramático masticado.
Hace unos días que me pasan cosas y no las pude hablar con nadie. Y tengo familia, novia, amigos, conocidos y hasta un blog que no me sirvió. Hace poco me dijeron que era culposo. La culpa auto inflingida es la peor. Y esa es la mía. Por eso no podía escribir.
Por eso no puedo.
Primeros días de trabajo que sirven para evadir cuestiones y para extrañar cosas que no pensaba que se podían extrañar.
Viejo descubrimiento: no me banco a los médicos.
Disculpen si las letras estas parecen un cuadro de Pollock.