Borda's friends I
Íbamos a cenar en el barrio bohemio cercano al mejor colegio de la manzana, el de las ratas, las calles latinoamericanas y los lofts pintogrotescos. Una esquina de una plaza como punto de comienzo de las salidas con mis amigos que siempre redefinen la palabra bizarro con más matices que un vino para alguna adulta joven sofisticada que hace de somelier en algunos de los comederos de la zona.
Elegí la ecuación: Metrovías + taxi manejado por una mujer = hacerme llegar puntual sin reloj y sin brújula. Me encontré con A. y C., y esperamos a los que faltan mientras los tres mirábamos como el ex combatiente practicaba yudo militar con su hijo con una macana a la cintura y con ropa camuflada en la misma esquina donde de forma voluntaria y pacifica todos los que estacionan sus autos les pagaban la tarifa de cuidado del automotor. De relevamientos para
"Que casualidad,